En verano del 2019, junto a Elena, cruzamos el "charco" del Atlántico por primera vez en nuestras vidas, con destino a Cuba. Había muchas razones para elegir este país entre todos los posibles destinos americanos (cultura, comida, historia, gente, paisajes...) y aunque el viaje no fue estrictamente con el objetivo de ver fauna, no me despegué de mis prismáticos y mi cámara, visitamos algunos de los parajes naturales más singulares del centro y oeste de la isla y pude observar un total de 90 especies, de las cuales, 80 "bimbos" o especies nuevas para mi.
De las varias entradas que haré a este espectacular viaje de dos semanas por tierras cubanas, esta primera está centrada en su capital, donde pasamos un total de 5 días completos, recorriendo sus curiosas y pintorescas callejuelas y avenidas, el malecón y el casco histórico.
Casi todos los días, amaneciendo o atardeciendo, dimos paseos por el malecón donde empezamos a disfrutar fácilmente de las primeras especies urbanas y acuáticas más habituales; vencejillo antillano (Tachornis phoenicobia), gaviota guanaguanare (Leucophaeus atricilla), charrán real americano (Thalasseus maximus), pelícano pardo (Pelecanus occidentalis), ibis blanco (Eudocimus albus), aura gallipavo (Cathartes aura), tirano dominicano (Tyrannus dominicensis), golondrina cubana (Progne cryptoleuca).
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