Otra de las sorpresas que me encontré el otro día en Juslibol, fue a esta pareja de halcón peregrino, que contemplaban los campos de cultivo que hay desde el galacho hacia Alfocea desde esta torreta de electricidad.
En esta zona, es habitual poder observar a esta especie en este tipo de posaderos artificiales a la vez que peligrosos para los propios halcones y aves en general, desde donde pueden localizar más fácilmente a sus presas.
En las fotos se observa la diferencia que hay entre el macho y la hembra, ésta mucho más grande que el primero, que además parecía mayor al llevar el buche lleno, posiblemente de algún presente realizado por el macho como parte del cortejo.
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